jueves, 29 de enero de 2015

Cambios en Educación

La universidad podrá ofrecer grados de 3 años y másteres de 2

Rectores y estudiantes temen carreras más caras y desinversión pública

El Consejo de Ministros aprobará hoy el decreto de reforma universitaria

TONI SUST / BARCELONA
Viernes, 30 de enero del 2015
El Consejo de Ministros aprobará hoy salvo sorpresa de última hora la reforma universitaria que dará paso a los grados de tres años, otro hijo controvertido del ministro de Educación, José Ignacio Wert, y una cuestión compleja que suscita no pocos rechazos y muchas dudas. El decreto servirá para que las universidades puedan modificar el planteamiento actual (carreras de cuatro años y másteres de uno) para hacer tres de carrera y dos de máster, aproximándose de esta forma al funcionamiento que rige en la mayoría de los países europeos. Del rechazo que causa la iniciativa dio fe ayer la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) que cargó contra la reforma y anunció para el lunes una asamblea sobre el tema.
La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, negó que esto vaya a acarrear un mayor coste económico para las familias y recordó que las universidades podrán elegir entre abordar o no los cambios. Pero no se quedó aquí. Llegó a afirmar que de hecho las familias ahorrarán 150 millones de euros, claro que eso será a costa de hacer una carrera de tres años y no de cuatro, y renunciar a cursar luego un máster. Solo así saldría más barato. No convenció a casi nadie.
La iniciativa presenta problemas potenciales, de índole académica y económica, esencialmente. De entrada, es voluntaria, con lo que una universidad puede asumirla y otra no, sin límite de fecha. Eso abre la puerta a un escenario potencialmente discriminatorio: podría suponer que estudios de la misma materia tengan duraciones distintas: un grado de matemáticas de tres años y otro de cuatro podrían convivir, con todos los problemas que ello puede conllevar, por ejemplo, para la contratación futura del graduados. Lo que seguro que sucederá es que convivan grados de tres y cuatro años en materias distintas.
Otras cuestiones preocupan también a universidades, sindicatos y estudiantes. De entrada, el precio. «Un crédito de grado cuesta 30 euros. Uno de máster, 45», explica Juan Jesús Donaire, vicerrector de Profesorado y Ordenación Académica de la UAB. La operación es sencilla: dos años de máster son más caros que uno de grado y uno de máster. «Los grados de cuatro años no han tenido recorrido suficiente», dice considerando que el cambio es también precipitado en clave académica.
«La línea roja es proteger la igualdad de oportunidades de los alumnos», agrega. Los estudios, subraya, resultarán más caros. Y compara: «Hay que recordar que en Francia un máster es seis veces más barato que en Catalunya». Un máster cuesta en las universidades españolas un mínimo de unos 3.000 euros por curso (actualmente, uno solo).
Otro riesgo que cita Donaire: si las carreras pasan de cuatro a tres años, bajarán de 240 créditos a 180. Dado que la financiación va vinculada al crédito, eso supondría menos dinero para el centro. Lo juzga «innegociable». Más madera: por lógica, menos créditos y menos dinero llevan a menos profesores: «De eso no vamos ni a hablar», afirma el vicerrector de la UAB, que lo considera absolutamente inaceptable.
«Lo que no puede ser es que se cargue sobre el estudiante un cambio de estructura académica», dice Gaspar Roselló, vicerrector de Política Académica y Calidad de la UB, que coincide con Donaire y ve como solución «que el precio de los créditos de grado y de máster se aproximen». Cinco cursos, tres de grado y dos de máster o cuatro más uno, costarían lo mismo: «Hay que estudiar cuál debe ser la estructura. No todos han de ser grados de tres años».

APLICACIÓN EN EL CURSO 2016-17

Fuentes de la Secretaria d'Universitats refrendaron el apoyo del Gobierno catalán a pasar a grados de tres años pero apuntaron matices. Una vez se apruebe el decreto, el Govern quiere consensuar con las universidades, en el Consell Interuniversitari, una aplicación uniforme en Catalunya. También advirtieron de que consideran que el plan no podría entrar en vigor hasta el curso 2016-17.
Estudiantes y sindicatos cargaron contra las intenciones de Educación y anunciaron movilizaciones. Lo hizo, por ejemplo, la secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Ana García, que denunció que se intenta echar de la universidad a los estudiantes con menos recursos.

 

El Gobierno aprueba las carreras de tres años y los másteres de dos

El ministro Wert ignora las críticas y da la vuelta al sistema universitario


Pintada contra el plan Bolonia en la Universidad Complutense de Madrid. / CARLOS_ROSILLO

El Consejo de Ministros aprueba previsiblemente este viernes el decreto de flexibilización del sistema universitario español, con más de un millón y medio de alumnos. Actualmente, las carreras o grados duran cuatro años, y los másteres posteriores uno. El nuevo proyecto, contra el que hay quejas de casi toda la comunidad universitaria, supone abrir la posibilidad de que los campus establezcan de forma voluntaria carreras de tres años y másteres de dos.

Rectores, oposición, sindicatos y estudiantes critican la oportunidad del momento porque España cambió el modelo de forma generalizada en 2010 para adaptarse al Espacio Europeo de Educación Superior (conocido como Plan Bolonia), que aún no ha sido evaluado. Los colectivos de estudiantes ponen el acento en el posible encarecimiento de los estudios, los sindicatos temen la pérdida de puestos docentes y todos resaltan el “caos” que provocará en la ciudadanía una reforma en la que cada centro podría optar teóricamente por distintas duraciones para una misma titulación.

El Consejo de Estado, en su informe preceptivo pero no vinculante, señaló que la puesta en marcha de la reforma tiene “un plazo muy breve” —la previsión es que se aplique desde septiembre de 2015 o aprobar el decreto sin fecha, lo que supondría que sería viable desde el día siguiente de su publicación en el BOE— y pidió margen para “una adaptación más coordinada por las universidades”. El PSOE se basó en este dictamen y presentó ayer en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley. Los socialistas reclaman que el decreto no se apruebe sin un informe previo sobre los resultados del sistema actual y hasta que una comisión mixta con presencia de comunidades autónomas, rectores y estudiantes evalúe “los efectos en la financiación pública y privada de las universidades, la igualdad de oportunidades y el acceso al empleo de los titulados universitario”.

El Ministerio de Educación defiende su gran cambio universitario porque permitirá equipararnos con los países vecinos. “El problema ahora está en que obligamos a los estudiantes a estudiar un año más, cuando en Europa se hacen las mismas titulaciones en tres años”, señaló ayer la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, en una entrevista en la Cope. Los sistemas con grados mixtos (de tres y cuatro años) y con títulos de tres años son los dos modelos más usuales en los países del entorno, según el informe que presentó la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de las Universidades Públicas (Creup), que rechaza también el decreto de flexibilización de los grados.
Gomendio asegura que las familias ahorrarán dinero con las carreras más cortas. 

Los colectivos de estudiantes (Creup, Sindicato de Estudiantes, Ceune o Faest) replican que la generalización de los másteres de dos años supondrá pagar más para tener un título "con más prestigio", igual que señala IU. Los precios públicos de las carreras varían de una comunidad a otra desde que el Gobierno aprobó un decreto que permitía fijar tasas entre un 15% y un 25% del precio final. En la Complutense, el campus presencial más grande de España, un año de grado cuesta 1.980 euros —a 33 euros por los 60 créditos que se suelen cursar—, y el máster 3.900 euros (a 65 euros por 60 créditos).
Distintas comunidades autónomas mostraron dudas el pasado julio. El consejero de Castilla y León, Juan José Mateos (PP), rechazó entonces que la duración de las titulaciones “se elija de manera individual” y anunció que los campus de su comunidad harán una propuesta conjunta. La conferencia de rectores españoles (CRUE) ha convocado una asamblea extraordinaria el lunes para “coordinarse” en la aplicación del decreto.

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